Cualquiera de nosotros que viva en una casa, o apartamento o finca en arriendo o propia, está expuesto a riesgos inherentes dentro y fuera de esos bienes.
Esto nos hace vulnerables frente a los accidentes que puedan ocurrir y que nos pueden producir lesiones a nosotros mismos o a otras personas. Por eso, a continuación listaremos algunos de los riesgos inherentes a un inmueble:
Por todo lo anterior, debemos siempre revisar nuestra vivienda a qué riesgos se enfrenta de manera ocasional o permanente para identificarlos y buscar disminuirlos, mitigarlos o transferirlos.
Tomar las precauciones necesarias, evitando su ocurrencia y/o su propagación en los riesgos inherentes a la vivienda siempre deberá ser un propósito.
Recuerden que en nuestra vivienda tenemos, no solo para algunos, nuestro patrimonio, sino el refugio que hemos construido para nosotros y los miembros de nuestra familia. Debemos ocuparnos por mantenerla en las mejores condiciones posibles.